Es común pensar que las empresas y sus cazatalentos aliados están afuera buscando y seleccionando sus líderes, a quienes invitan a los procesos y finalmente escogen para ocupar los diferentes cargos. Esto es verdad hasta el punto en el que el candidato conoce la empresa para la cual va a aplicar, en este punto, entra a consideración la continuidad en el proceso.
Hace unos años era impensable no aprovechar la oportunidad de participar en un proceso de selección para un cargo de liderazgo en una compañía, hoy en día depende de muchos factores. Uno de ellos, se relaciona a la marca empleadora y su reputación, otro factor es el estado económico actual del candidato, el cual puede que escoja cualquier oportunidad simplemente por emplearse, los beneficios adicionales a la compensación salarial, viajes, exposición, acciones, entre otros.
Lo que es importante entender, es que todos los factores mencionados y todos los demás que puedan influenciar una decisión por parte de una persona a escoger por una u otra compañía para emplearse, se encuentran dentro de la experiencia general que el candidato recibe de la empresa, sea de forma directa o indirecta y es esta la que se tiene que mejorar cada vez para ser un lugar en donde las personas quieran trabajar.
Se inicia por entender que los candidatos, sean para cargos directivos u operativos, son humanos y cuentan con todo un fondo personal que los caracteriza en su entorno como individuos con valor. Luego, que nadie querrá nunca trabajar en un lugar con mala reputación, que afecte de forma negativa a su entorno y deliberadamente no haga nada para evitarlo. Finalmente, tener claro que las personas en general, en su diversidad de red de contactos, hablan, opinan, se quejan, expresan sus emociones y nunca dejan de hacerlo. Una mala experiencia llega a muchos oídos y será muy difícil luego arreglarla para bien.
Sin embargo, el cambio ya ha llevado a esta circunstancia a un punto de no retorno e indiscutiblemente, antes que la hoja de vida de la persona llegue al punto final de una selección para un cargo, esta ya ha decidido si quiere continuar con el proceso. Por esto, el impacto en el negocio es tan relevante, que teniendo en cuenta que la mayoría de las veces y más para cargos directivos, son los candidatos los que escogen la empresa, es de considerar en la estrategia.
Por eso, cuando el cazatalentos se encuentra en su proceso de búsqueda y selección de ejecutivos para cierto cargo, debe tener el tacto ideal para ser transparente, para evitar pérdidas de tiempo y recursos que provoquen el reinicio de la labor de ubicar el talento ideal. Solo los expertos en la materia logran controlar estas situaciones y evitar fuga de talento en los procesos.