Es recurrente que los candidatos a las diferentes posiciones de liderazgo que se presentan en las compañías, quieran saber de ante mano sobre la cultura interna y los beneficios que se ofrecen más allá del salario y que estos sean determinantes para escoger la participación en un proceso determinado. No sobra mencionar, que esto es un factor diferenciador entre las empresas.

Los cazatalentos, quienes hablamos en nombre de las empresas, debemos tener la capacidad de comunicar sobre estos beneficios de forma adecuada, para no sesgar ni crear pre concepciones sobre la organización que esté promoviendo cada proceso, la cual en un principio es anónima.

La encuesta de Confianza Laboral hecha por Glassdoor a más de 2,000 adultos norteamericanos, concluye que 4 de cada 5 jóvenes ejecutivos prefieren tener beneficios adicionales en su contratación que un incremento salarial, en comparación a los que tienen más de 45 años, quienes en menor cantidad conciben esto de la misma forma.

Según el mismo estudio, los beneficios más buscados por los ejecutivos son:

1. Seguro de salud.
2. Vacaciones pagas.
3. Bono de desempeño.
4. Incapacidad médica paga.
5. Pensión y plan de retiro.
6. Horario flexible y trabajo en casa.
7. Beneficios de oficina (almuerzo, vestimenta casual).

El salario emocional juega un papel fundamental también, hace la diferencia al momento de optar por cambiar de trabajo o permanecer en una compañía. La comunicación transparente que existe entre los líderes y los equipos, la confianza con respecto a la relación entre metas y resultados, la claridad que haya sobre la posibilidad de crecimiento con desarrollo profesional, son otros factores que pesan bastante en la balanza que se inclina hacia una empresa, más que por otra. Además, la congruencia entre el rol ofrecido al candidato antes de ser escogido y las labores que llega a desempeñar cuando entra, demuestra el compromiso y honestidad que tiene la empresa con su gente.

Otro cuestionamiento que nos encontramos usualmente en el proceso de búsqueda y selección, es sobre la cultura interna. Para este caso, depende de cada persona su adaptación a la vida cotidiana en cada organización. Hay casos en los que los ejecutivos prefieren un ambiente estricto y vertical, vestir de corbata a diario y las relaciones de respeto fundadas en la jerarquía. También, vemos cada vez más seguido a ejecutivos que se inclinan por una cultura más relajada, horizontal y sin código de vestuario, relaciones de respeto marcadas por la misma humanidad y diversidad de las personas. Esta última forma está de moda y con la tendencia a tener oficinas abiertas y equipos multidisciplinarios que abordan proyectos con metodologías más ágiles, el reto es aún mayor para los ejecutivos que deben adaptarse.

Por todo lo anterior, es fundamental ser lo suficientemente claro al momento ofrecer una posición o de aplicar para una. Ser honesto para evitar sorpresas y pérdidas de recursos importantes. Saber cuáles beneficios requiero como candidato, más allá del salario, me lleva a tener un margen más claro de movimiento entre ofertas y evito malentendidos con la empresa y sus cazatalentos.

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